Por Antonio Holguin
Si bien en México las mujeres representan más de 51% de la población, a pesar de los avances logrados en las últimas décadas, lo cierto es que siguen enfrentando numerosos desafíos y barreras para ejercer sus derechos y alcanzar la igualdad de género al continuar padeciendo condiciones de discriminación y exclusión en múltiples materias.
Desde ámbitos como el laboral, donde según datos del INEGI, ganaban en promedio 22% menos que los hombres por hora trabajada y eran más propensas a trabajar en sectores informales y precarios, lo que les impedía acceder a beneficios laborales y seguridad social, hasta el de la violencia e inseguridad, donde anualmente se registran miles de casos de violencia familiar y sexual en su contra, y en donde desafortunadamente, muchos casos permanecen impunes, negando a las mujeres víctimas, el acceso a la justicia, a la verdad y a la reparación a la que tendrían derecho.
Es innegable que la falta de igualdad y de una verdadera vigencia de sus derechos siguen siendo problemáticas vigentes para buena parte de las mujeres en nuestro país.
La conmemoración del Día Internacional de la Mujer y los demás eventos que por los derechos de las mujeres se llevarán a cabo este mes de marzo, nos brindan oportunidad de visibilizar estas problemáticas, reconocer a quienes día con día se ocupan de procurar dar solución a las mismas, y reflexionar sobre las acciones o medidas que se podrían implementar para atender esta situación.
En este sentido, la actividad legislativa nos brinda un campo fértil y propicio para promover los cambios y ajustes normativos que se requieren para la protección efectiva de los derechos de las niñas, adolescentes y mujeres.
Es de señalar que el ámbito legislativo es uno de los entornos donde efectivamente existe una integración paritaria, ya que las mujeres representan más de 50%, tanto en la Cámara de Diputados como en la Cámara de Senadores, sin embargo, la presencia mayoritaria no necesariamente se traduce en la existencia de una agenda legislativa que priorice las cuestiones de género, frente a las agendas propias de cada partido político.
La defensa de los derechos de las mujeres y la búsqueda de una igualdad plena de género son cuestiones que deben trascender cualquier interés particular y deben asumirse como ejes transversales de cualquier actividad pública.
Si bien esos derechos son reconocidos a nivel Constitucional y legal, aún falta mucho para que sean por completo vigentes y exigibles. Todavía existen áreas en las que el reconocimiento normativo no es suficiente para cambiar la realidad de discriminación, exclusión y violencia que, de manera cotidiana, enfrentan las mujeres en México, y que muchas veces, tiene origen en construcciones culturales que preservan y normalizan patrones de conducta que vulneran los derechos y evitan que exista un entorno de respeto e igualdad.
La construcción de un futuro con igualdad de género requiere, entre otras cosas, que generemos entornos adecuados para que se reconozcan y atiendan las necesidades de cada etapa en el desarrollo y vida de las mujeres, incluidas su infancia y adolescencia, así como que se promuevan y fortalezcan los liderazgos y su participación en la vida pública del país, trascendiendo los factores cuantitativos para que se formulen políticas públicas específicas que incidan en cambios sistemáticos que reconfiguren la sociedad partiendo de la igualdad.
Parte de la construcción de ese entorno para que los derechos de las mujeres sean vigentes, pasa por el abatimiento de la violencia e inseguridad que enfrentan en su vida cotidiana, para lo cual se requiere una actuación comprometida, responsable y profesional de las instancias de procuración e impartición de justicia.
En este número de El Mundo del Derecho, hemos abierto un espacio para que mujeres, en su mayoría involucradas con las áreas de procuración e impartición de justicia, nos compartan experiencias y reflexiones sobre diversos aspectos que inciden en el desarrollo y vida de las mujeres en México, en el contexto de este mes, donde la revisión y reflexión sobre las problemáticas que se enfrentan y las formas en que sus derechos pueden ser respetados.
La labor, opiniones y perspectiva de las mujeres que desempeñan cargos y ocupan responsabilidades en estas áreas, con frecuencia no recibe la difusión ni encuentra los canales de divulgación que serían deseables. No obstante, la enorme relevancia que tiene está en empoderarse, en el que actúen con gran compromiso social y con la legalidad con la que accionan desde sus campos y áreas de responsabilidad para hacer que los derechos de los mexicanos y, en especial, los de las mujeres, sean una realidad que trascienda las normas e incida en la vida de las personas.
En El Mundo del Derecho estamos convencidos de que más allá de coyunturas o momentos políticos, es tiempo de que la atención a las problemáticas que enfrentan las mujeres y el respeto a sus derechos se tomen en serio y se asuma, como una prioridad de Estado.
Es tiempo en el que nuestro país consolide su tránsito hacia una sociedad que esté sustentada en la igualdad de género, la legalidad y la vigencia de todos los derechos humanos para todas las personas, sin distinción o sesgo alguno. Por paradójico que suene, es momento de que en México se atiendan los problemas e intereses de la mayoría. Y esa mayoría son las mujeres.