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La reconstrucción de la independencia judicial en Polonia

Por Ibrain Hernández y Daniel García

ADAM BODNAR, MINISTRO DE JUSTICIA DE POLONIA, PLATICA SOBRE LO QUE HA IMPLICADO RECONSTRUIR EL ESTADO DE DERECHO EN ESE PAÍS A 10 AÑOS DE QUE EL PARTIDO LEY Y JUSTICIA LLEGÓ AL PODER

Cuando el Partido Ley y Justicia llegó al poder en Polonia emprendió una serie de cambios que, además de debilitar las Instituciones, comprometió el Estado de Derecho y la vigencia de los Derechos Humanos en ese País, afectando todas las áreas de la actividad estatal, incluidas la procuración e impartición de justicia. La ofensiva al Poder Judicial tuvo consecuencias más allá de las fronteras. La Unión Europea retuvo millones de euros a Polonia en señal de condena por las violaciones a la independencia judicial y su repercusión en el respeto a los Derechos Humanos.

En 2023, el nuevo gobierno de Donald Tusk prometió enderezar el camino y recuperar el estado de derecho. Pero la tarea no ha sido sencilla: los obstáculos son enormes y han abierto dilemas inéditos, tanto dentro del sistema jurídico polaco como en la escena internacional. En el centro de esta batalla está Adam Bodnar, ministro de Justicia y defensor de los Derechos Humanos, que ahora enfrenta el reto de reconstruir un aparato judicial que sea independiente y al margen del poder político.

Durante mucho tiempo, usted fue el Ombudsman de Polonia y también formó parte de la resistencia a la reforma judicial. ¿Cómo fue y qué tipo de resistencia ejerció durante los años en los que el estado de derecho en Polonia estuvo bajo ataque?

He sido abogado de Derechos Humanos por varios años. Trabajé en la principal organización polaca de derechos humanos y en 2015 fui elegido Comisionado de Derechos Humanos de Polonia, que es el nombre tradicional del Ombudsman, quien es una figura bastante importante en el panorama constitucional polaco porque emplea a unas 300 personas y además tiene autoridad constitucional, debido a que es electo por ambas Cámaras del Parlamento para un periodo de cinco años. De hecho, resulta muy difícil destituir a alguien durante ese tiempo. Así que es una de esas instituciones de pesos y contrapesos.

Curiosamente, fui nombrado a mediados de 2015 y, apenas dos meses después, tuvimos elecciones presidenciales y parlamentarias que fueron ganadas por el partido Ley y Justicia, encabezado por el Sr. Kaczyński. En su agenda estaban reformas orientadas a restringir la independencia judicial, limitar la revisión judicial, la independencia de la fiscalía, así como el funcionamiento de los medios públicos. Casi desde el inicio de mi mandato enfrenté grandes desafíos: cómo responder a este cambio iliberal que estaba ocurriendo en Polonia, que afectaba en especial a los jueces, al Tribunal Constitucional, a los fiscales y a los jueces ordinarios.

Junto con mi equipo, decidimos que debía intervenir en tantos casos como fuera posible para usar las vías legales en resistencia a esos cambios. También emití numerosas opiniones sobre proyectos de ley señalando que podían poner en riesgo el derecho de acceso a la justicia y la independencia judicial. Además, traté de apoyar a jueces y fiscales que eran objeto de intimidaciones, represalias, campañas de difamación u otras formas de hostigamiento por defender los valores constitucionales.

Algo importante fue que empezamos a observar el surgimiento de muchas ONG dedicadas a estos temas, algunas con experiencia previa en derechos humanos y otras completamente nuevas. También vimos emerger asociaciones judiciales y fiscales independientes. Mi papel como Ombudsman fue apoyarlas, darles legitimidad y espacio.

Otro factor que no previmos, pero resultó crucial, fue la pertenencia de Polonia a la Unión Europea. La Comisión Europea y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea empezaron a actuar frente a lo que ocurría con el poder judicial polaco, controlando si las reformas afectaban su independencia. Como Ombudsman también apoyé esas acciones dirigidas a frenar los cambios más negativos en el sistema judicial.

‘Vimos emerger asociaciones judiciales y fiscales independientes. Mi papel como Ombudsman fue apoyarlas’ Adam Bodnar

¿Cuál es el estado actual de Polonia?

Tras las elecciones de octubre de 2023 se formó una coalición prodemocrática encabezada por el Primer Ministro Donald Tusk. Uno de sus principales objetivos es deshacer los cambios negativos contra la independencia judicial y las instituciones independientes. También busca recuperar credibilidad ante organizaciones internacionales, especialmente la Unión Europea, y garantizar la rendición de cuentas por los abusos del pasado.

El gobierno está trabajando para restablecer la independencia judicial, proteger a los jueces, reconstruir instituciones y hacer cumplir las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pero también quiere asegurar la responsabilidad de fiscales, jueces y funcionarios que colaboraron en la construcción de un sistema semi autoritario.

El problema es que en junio de este año hubo elecciones presidenciales y las ganó un candidato de derecha. Eso dificulta mucho el proceso porque el presidente debe firmar la legislación. Así, incluso leyes conformes a los valores constitucionales o al derecho de la UE pueden ser vetadas. Además, aún hay muchas personas vinculadas al régimen anterior en los tribunales, el Tribunal Constitucional y la Fiscalía. No es fácil removerlas sin vulnerar el propio estado de derecho, puesto que crearon un sistema legal como un campo minado.

Después de menos de dos años no sabemos si lograremos revertir todo, pero sí hemos conseguido crear una nueva visión: leyes discutidas en consultas abiertas, jueces defensores de la independencia reconocidos por el Estado, cooperación fluida con la UE y un discurso gubernamental distinto sobre el poder judicial. También se han levantado la mayoría de los procesos disciplinarios contra jueces disidentes y, paralelamente, se avanza en procesos de rendición de cuentas contra quienes participaron en campañas de hostigamiento.

‘El gobierno está trabajando para restablecer la independencia judicial, proteger a los jueces y reconstruir instituciones’.

Usted mencionó en una conferencia que el Tribunal Constitucional está tan politizado, que algunos actores políticos e incluso jueces no cumplen sus decisiones. ¿Cómo ha afectado esto a la erosión del sistema judicial y cómo puede restaurarse la confianza en la justicia?

El Tribunal Constitucional es siempre fundamental en una democracia. El problema es que en Polonia teníamos un tribunal independiente y respetado hasta 2015, con una aceptación pública del 60–70%, pero el partido Ley y Justicia lo destruyó desde su primer año de gobierno, con una especie de “toma hostil”. Para 2017 ya no se podía esperar nada de él. No resolvía sobre leyes clave y luego pasó de ser un actor pasivo a uno activo, utilizado como arma política.

Yo fui víctima: cuando terminaba mi mandato de Ombudsman, la ley preveía que siguiera en funciones hasta que se eligiera a mi sucesor. Sin embargo, el Tribunal Constitucional declaró inconstitucional esa disposición para sacarme del cargo. Otro ejemplo: en 2020 restringió el acceso al aborto.

Hoy no tenemos realmente un Tribunal Constitucional, sólo una fachada. El Parlamento, incluso, aprobó una resolución declarando que había perdido su capacidad de cumplir funciones constitucionales. El gobierno espera estar pronto en posición de renovar su composición y devolverle credibilidad.

‘Polonia es un país grande en la UE, pero no somos una superpotencia. Nos conviene apostar por el multilateralismo y las organizaciones internacionales’. Adam Bodnar

Vida y trayectoria, Adam Bodnar:

  • Fue el séptimo Defensor del Pueblo de Polonia (Comisionado de Derechos Humanos).
  • En 2013 fue miembro de la Junta Directiva del Fondo de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura
  • En 2019 recibió el Premio al Estado de Derecho otorgado por el Word Justice Project.
  • Autor de numerosas publicaciones científicas en el campo del derecho.

En Polonia

  • El consejo nacional de la judicatura tiene 25 miembros,  15  de los cuales son jueces elegidos por el parlamento.

Ombudsman

  • Tiene a su cargo la protección de los derechos Humanos y de las libertades fundamentales en Polonia
  • Desde 1997 es un organismo constitucional en Polonia. El Comisionado de Derechos Humanos dura en su cargo 5 años.

Coalición prodemocrática

  • Pretende reconstruir un entorno que permita la independencia judicial.
  • Busca recuperar la credibilidad del sistema ante organizaciones internacionales.
  • Busca propiciar  la rendición de cuentas por abusos del pasado.

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