El nepotismo es entendido por la gente como la acción de asignar cargos públicos a familiares, sin considerar el mérito. En términos generales, hay coincidencia en que implica un favoritismo injustificado que afecta la imparcialidad en el desempeño del servicio público. De forma que es claro que su regulación es clave para evitar redes de corrupción y garantizar instituciones justas. No obstante, sabemos que nos enfrentamos a retos como la dificultad de probarlo, la falta de sanciones efectivas y la resistencia política en casos específicos.
Por Magistrada Susana Mercado Alvarado
Hoy la regulación del nepotismo vuelve a estar en el centro del debate público esto debido a la iniciativa de reforma constitucional que actualmente se discute que tiene como objetivo prohibir el nepotismo electoral en el caso de personas legisladoras locales y federales, presidencia de la república, gobernadoras y gobernadores, presidencias municipales, síndicos, regidores, jefatura de gobierno, alcaldías y concejales.
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Existen actualmente al menos dos normas que definen y regulan el nepotismo a nivel federal. La Ley General de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos que establece cuando un servidor público comete nepotismo definiendo con precisión los elementos de la conducta, que puede ser cometida directa o indirectamente y catalogándola como una falta grave. Por su parte, la Ley Federal de Austeridad Republicana también da una definición de nepotismo, pero sin establecerla como una conducta a sancionar pues el derecho administrativo sancionador es materia de la legislación en materia de responsabilidades administrativas.
De forma que técnicamente existen estas dos definiciones de nepotismo vigentes, en ambas es el servidor público quien contrata a un persona para que trabaje en el mismo lugar en razón de la existencia de un vínculo matrimonial o de concubinato, parentescos por consanguinidad, que incluyen hasta primos hermanos y sobrinos nietos y por afinidad, incluyen cuñados, abuelos del cónyuge, los cónyuges de los nietos y hermanastros.
Las dos definiciones son similares con la excepción de que el nepotismo como conducta sancionable en la Ley General, establece la posibilidad de que se cometa directa o indirectamente. Este elemento es destacable porque permite un rango de acción más amplio para facilitar el castigo de la conducta ya que con que se pueda probar que un servidor público indirectamente intervino en la contratación, será suficiente para sancionarlo.
El espíritu de estas normas al igual que la iniciativa de reforma constitucional sobre nepotismo electoral es evitar la concentración de poder y realización de actos de corrupción, tanto en cargos de designación y contratación directa de los servidores públicos, como en aquellos que sean obtenidos por elección popular. En el caso de la reforma constitucional viene con el agregado de evitar que una persona se mantenga consecutivamente en el poder en perjuicio de la pluralidad política y buscar facilitar la renovación de representantes que correspondan a nuevas realidades sociales.
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La reforma constitucional sobre nepotismo electoral establece en términos generales un límite de tres años previos de forma que si alguien quiere participar en la elección para cargos de elección popular, no podrá tener un vínculo por matrimonio, concubinato o relación de pareja o parentesco por consanguinidad o civil y afinidad en los grados que establece el propio texto de la reforma. De forma que esos escenarios en los que varios miembros de una sola familia ocupan múltiples cargos de elección popular, ya no serían posibles.
Sin duda se trata de una reforma que de aprobarse cambiaría el paradigma de las formas de acceder y ejercer cargos públicos de elección popular en México y probablemente tendría un efecto positivo en la percepción ciudadana dada su vocación hacia combatir la corrupción y la concentración de poder injustificada. En muchas ocasiones en el debate público se usa indiscriminadamente la expresión de nepotismo para descalificar y atacar, de forma tendenciosa y sin claridad técnica. Por esto, es necesario hablar sobre nepotismo dando a conocer las herramientas jurídicas con las que contamos para combatirlo, es fundamental para crear conciencia sobre cuándo estamos frente a una conducta que pueda ser sancionada desde el derecho y cuándo puede tratarse de un elemento tendencioso justificado o no, en un discurso.