¿Adiós a los cables? Este será el cambio que promoverá la nueva ley de Telecomunicaciones
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El Congreso mexicano aprobó una reforma histórica que obligará a las empresas de telecomunicaciones a retirar el cableado aéreo en desuso y soterrarlo. Con ello, se busca reducir riesgos, limpiar el entorno urbano y mejorar la infraestructura tecnológica del país.
Se trata de una nueva disposición que se establece en el artículo 126 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, aquí en el sitio de “El Mundo del Derecho” te damos los detalles al respecto.
Reforma obligará a empresas a enterrar su cableado
Con la entrada en vigor de esta norma, compañías como Telmex, Totalplay, Megacable e Izzi estarán legalmente obligadas a implementar un plan progresivo de retiro y soterramiento de cables inactivos. El objetivo es eliminar la saturación de postes y prevenir riesgos derivados de infraestructura abandonada.
El artículo 126 indica que esta obligación deberá ejecutarse con base en un diagnóstico técnico y financiero, para garantizar que el proceso no sea oneroso pero sí eficaz. Será la autoridad reguladora del sector —próximamente reconfigurada— la encargada de supervisar su cumplimiento.
Durante una conferencia pública, José Antonio Peña Merino, director de la Agencia Digital de Innovación Pública, detalló: “Soterramiento significa enterrar cables. Un soterramiento gradual, para que no sea excesivamente oneroso para las empresas, pero que sí empiece a poner orden en el cableado. Vamos a establecer lineamientos con criterios técnicos para que esta medida sea sostenible”.
Esta declaración fue respaldada por varios legisladores, quienes consideraron que el marco normativo no busca castigar, sino establecer un orden frente a años de acumulación sin control.
La Ciudad de México ha servido como ejemplo para esta nueva política. Durante su gestión como jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum impulsó una estrategia de limpieza de infraestructura aérea en la capital, con la que se lograron retirar más de 600 kilómetros de cables inactivos desde 2021.
El proceso fue respaldado por empresas del sector y, según estimaciones oficiales, el costo por soterrar un kilómetro de cable ronda los 3 millones de pesos.
Impacto legal y urbano
Desde un enfoque legal, la reforma establece por primera vez una obligación explícita para los concesionarios de telecomunicaciones. Las empresas que incumplan podrán ser sancionadas con multas y, en casos extremos, con la cancelación de permisos si se determina negligencia o falta de planes de cumplimiento.
Además del impacto legal, la medida también tiene implicaciones urbanas importantes: se busca mejorar la estética visual de las ciudades, reducir riesgos eléctricos y ofrecer una infraestructura más resiliente ante desastres naturales.
En conclusión, la nueva Ley de Telecomunicaciones marca un parteaguas en la gestión del espacio público. El retiro obligatorio de cables en desuso y su soterramiento es ahora un mandato legal que pretende modernizar la imagen urbana del país y proteger a los ciudadanos. De cumplirse de manera ordenada, esta reforma convertirá a México en un referente regional en regulación tecnológica y diseño urbano funcional.
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