Día Internacional del Trabajo Doméstico, ¿cuáles son los derechos que establece la ley?
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Cada 22 de julio se conmemora el Día Internacional del Trabajo Doméstico, una fecha que busca visibilizar la carga desproporcionada que este tipo de tareas representa para las mujeres, así como reconocer los derechos de quienes se dedican de manera remunerada al trabajo en hogares.
En México, aunque el trabajo doméstico no remunerado sigue siendo una labor no reconocida formalmente en muchos hogares, la legislación nacional ha dado pasos importantes para proteger a quienes realizan estas actividades como empleo formal. Desde 2019, la Ley Federal del Trabajo contempla un capítulo específico que establece los derechos laborales de este sector.
Aquí en el sitio de “El Mundo del Derecho” te presentamos los principales derechos que establece la ley para las personas trabajadoras del hogar.
Jornada y descansos
La Ley Federal del Trabajo reconoce a las personas trabajadoras del hogar como aquellas que realizan tareas de limpieza, cocina, cuidado y asistencia en domicilios particulares, ya sea que residan o no en ellos.
En términos generales, no se establece una jornada laboral fija exclusiva para este sector, pero sí se garantizan ciertos periodos mínimos de descanso, como:
- Al menos 9 horas continuas de descanso nocturno.
- Un descanso mínimo diario de 3 horas entre la jornada matutina y la vespertina.
- Un día y medio de descanso a la semana, generalmente sábado por la tarde y domingo completo.
En el caso de personas adolescentes mayores de 15 años, la ley sí establece una jornada máxima de 6 horas diarias y 36 horas semanales, además de restricciones en los tipos de labores que pueden desempeñar y el entorno en el que deben hacerlo, para proteger su desarrollo físico y emocional.
Adicionalmente, si la persona trabajadora reside en el domicilio, debe contar con alimentación adecuada y habitación digna, o recibir un salario que cubra dichos conceptos.
Contrato escrito y salario justo
Desde la reforma laboral de 2019, es obligatorio que exista un contrato por escrito que especifique el tipo de labores, jornada, salario, días de descanso y demás condiciones.
Además, el salario no debe ser menor al mínimo vigente, y no puede pagarse con especie (comida, alojamiento o ropa) más allá de lo pactado en el contrato.
También tienen derecho a un aguinaldo de al menos 15 días de salario al año, o su parte proporcional.
Seguridad social
Uno de los avances más significativos es el derecho a la afiliación obligatoria al IMSS, lo que permite a las personas trabajadoras del hogar acceder a servicios médicos, incapacidades, pensiones y otros beneficios. La persona empleadora es responsable de realizar el registro y los pagos correspondientes.
Protección contra la discriminación
La ley prohíbe toda forma de discriminación por origen étnico, género, orientación sexual, embarazo, condición social o cualquier otra circunstancia. También se establece que no pueden ser despedidas por razones de embarazo ni se les puede exigir una prueba para comprobarlo.
Respaldo internacional: Convenio 189 de la OIT
México ratificó en 2011 el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo, el cual reconoce formalmente a las trabajadoras del hogar como parte del mercado laboral formal. Este acuerdo refuerza el derecho a condiciones justas, descanso, contrato claro y libertad sindical.
¿Y qué dice la realidad para el trabajo doméstico?
Pese a los avances normativos, muchos derechos aún se ejercen solo en el papel. La mayoría de las personas trabajadoras del hogar en México no cuentan con seguridad social ni contrato escrito.
En conclusión, el Día Internacional del Trabajo Doméstico no solo es una fecha para reflexionar sobre la desigualdad de género en el hogar, sino también para recordar que el trabajo doméstico remunerado es un empleo formal que debe respetarse, protegerse y dignificarse.
Conocer la ley es el primer paso para exigir su cumplimiento.
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