Morena dejará la presidencia en la Cámara de Diputados, ¿cuál es la razón legal?
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El partido de Morena dejará la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y será el Partido Acción Nacional (PAN) quien la encabezará en el siguiente periodo ordinario de sesiones.
La decisión no obedece a un acuerdo político coyuntural, sino a una obligación establecida en la Ley Orgánica del Congreso General, que regula la rotación anual de este cargo conforme al tamaño de las fuerzas parlamentarias. Aquí en el sitio de “El Mundo del Derecho” te damos los detalles.
Respeto al marco jurídico, pese a tensiones internas
El diputado Sergio Gutiérrez Luna, actual presidente de la Mesa Directiva, explicó que se trata de un mandato normativo que Morena está dispuesto a respetar:
“El Congreso establece que la presidencia de la Mesa Directiva se rota en orden decreciente de fuerzas políticas. El primer año le toca a Morena, el segundo año le toca a la segunda fuerza política, y luego sucesivamente a la otra, y nosotros vamos en esa ruta”.
Aunque dentro de Morena existen voces que buscaban mantener la presidencia, la bancada aclaró que prevalecerá la institucionalidad sobre los intereses de grupo. Gutiérrez Luna reiteró que la ruta está definida en la norma:
“Se ha dicho y lo hemos señalado que estamos en la idea de respetar lo que dice la Ley Orgánica. El Congreso establece que la presidencia de la Mesa Directiva se rota en orden decreciente de fuerzas políticas”.
Con esta postura, Morena pretende evitar una crisis legislativa y dar certeza a la oposición de que se cumplirá con el esquema de alternancia previsto en la ley.
Un cierre de periodo con diálogo y consenso
Al hacer balance de su gestión, Gutiérrez Luna subrayó que la Cámara de Diputados funcionó con base en acuerdos transversales:
“Muchas reformas se sacaron por unanimidad… en la Cámara de Diputados se hizo un trabajo de diálogo, de entendimiento y comunicación entre todas las fuerzas políticas”.
La entrega de la presidencia a Acción Nacional, en este sentido, se interpreta como un acto de madurez institucional que refuerza la legalidad y el consenso parlamentario.
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