Franeleros bajo la lupa: CDMX castigará abusos, no el trabajo honesto
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El secretario de Gobierno de la Ciudad de México, César Cravioto Romero, aclaró que las sanciones previstas en la reforma a la Ley de Cultura Cívica no tienen como fin criminalizar a quienes buscan ganarse la vida de manera honesta, sino frenar los abusos cometidos por quienes condicionan el uso del espacio público a cambio de dinero.
Aquí en el sitio de “El Mundo del Derecho” te damos los detalles al respecto sobre la iniciativa para regularizar a franeleros en la CDMX.
CDMX endurecerá sanciones, pero no criminalizará a franeleros
Durante una entrevista en Heraldo Radio, Cravioto enfatizó que el objetivo es sancionar a quienes actúan con coacción o violencia, no a quienes reciben propinas de forma voluntaria.
“Si tú llegas a una calle, te estacionas y alguien se acerca y te dice: ‘Oiga, le echo un ojo a su coche’, y tú aceptas y al final le das una propina, pues está bien. A esas personas no las vamos a sancionar”, aseguró el funcionario capitalino.
El secretario explicó que el enfoque de la reforma está dirigido a castigar a quienes condicionan o amenazan a los automovilistas, no a quienes ofrecen un servicio de forma cordial y sin imposiciones.
“No se trata de que entren a la cárcel, pero sí de que realmente les duela”, dijo Cravioto, al referirse a las sanciones administrativas previstas para los llamados “franeleros” que incurran en conductas agresivas.
El funcionario también subrayó que la diferencia clave está en el consentimiento del ciudadano:
“Nada de que si no pagas no te puedes estacionar, porque eso ya es presionar y se les puede acusar hasta de amenazas o agresiones”.
Arresto de hasta 36 horas, en casos graves
La reforma a la Ley de Cultura Cívica contempla la posibilidad de que las personas que incurran en agresiones o amenazas sean remitidas al Juzgado Cívico, donde podrían enfrentar arrestos de hasta 36 horas, de acuerdo con lo anunciado previamente por la jefa de Gobierno, Clara Brugada.
Cravioto concluyó señalando que se debe mantener clara la diferencia entre quienes buscan una propina de forma respetuosa y quienes se apropian del espacio público:
“El apoyo tiene que ser voluntario. Si alguien quiere ganarse una propina cuidando coches, puede hacerlo, pero sin condicionar ni amedrentar a los ciudadanos”, finalizó.
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