Por Érika Yazmín Zárate Villa
El razonamiento probatorio es un método lógico y estructurado que se utiliza para analizar y evaluar evidencias (valorar pruebas) con el fin de llegar a conclusiones fundamentadas. Este enfoque, ampliamente empleado en el ámbito jurídico, científico y filosófico, también se encuentra reflejado en la cultura pop, donde los personajes lo utilizan para resolver conflictos o desentrañar misterios. A través de ejemplos de películas, series y libros, podemos observar cómo este método se convierte en una pieza indispensable y poderosa de la efectividad del derecho humano del debido proceso.
Un ejemplo clásico del razonamiento probatorio, quizás el más famoso, en la cultura pop es Sherlock Holmes, del escritor Arthur Conan Doyle. Holmes utiliza un método que consiste en la observación, la deducción y la acumulación de pruebas para resolver casos aparentemente imposibles. En historias como El sabueso de los Baskerville, Holmes analiza cada detalle, desde huellas hasta comportamientos humanos, para construir una hipótesis que, posteriormente verifica con pruebas. Su frase “Cuando hayas eliminado lo imposible, lo que quede, por improbable que sea, debe ser la verdad” sintetiza el núcleo esencial del razonamiento probatorio, que se trata de descartar lo que no es posible y basarse únicamente en lo que la evidencia (prueba) respalda. Ese personaje sigue vigente en series actuales como Sherlock o Elementary, en las que el detective es un gran observador del más mínimo detalle, construye hipótesis y las somete a prueba, demostrando el valor de la inferencia basada en evidencia.
Otra aportación del personaje es lo relevante del uso de las inferencias lógicas en el análisis de pruebas para corroborar una versión de los hechos, pues el detective hace cadenas de inferencias y sus conclusiones las apoya en pruebas. Por ejemplo, Holmes analiza el reloj de bolsillo del hermano de Watson en El signo de los cuatro, con lo que deduce la situación económica y los hábitos del propietario a partir de marcas y detalles aparentemente insignificantes, ejemplificando cómo el razonamiento indiciario de la lógica, conocido en el mundo jurídico como pruebas indiciarias o pruebas circunstanciales, pueden conducir a conclusiones sólidas cuando se hacen las inferencias lógicas correctas.
Muchos superhéroes de la cultura pop usan el razonamiento probatorio para resolver problemas. Batman, conocido como “el mejor detective del mundo”, es un ejemplo destacado. En cómics, películas y series como The Dark Knight o Batman: The Animated Series, Bruce Wayne utiliza sus habilidades del razonamiento deductivo para analizar pistas y descubrir la verdad detrás de crímenes complejos. Por ejemplo, en The Dark Knight, Batman utiliza tecnología avanzada para rastrear huellas sonoras y reconstruir eventos, combinando evidencia con razonamiento lógico para anticipar los movimientos del Joker.
En Star Trek, el personaje de Spock representa la lógica pura y el análisis basado en evidencia. Él, como oficial científico de la nave Enterprise, utiliza datos empíricos y razonamiento deductivo para resolver problemas y tomar decisiones en situaciones difíciles.
Sin embargo, cabe la aclaración que la cultura pop es solamente una herramienta para ejemplificar cómo opera el razonamiento probatorio, porque llevar a la práctica en los juicios la lógica, la epistemología y la filosofía, como componentes de ese razonamiento, no es tarea simple, pues implica estudio, conocimientos y experiencia.
Las anteriores razones han generado críticas a la serie CSI: Crime Scene Investigation que intenta transmitir la importancia de la ciencia en los temas probatorios, en las investigaciones de la procuración de justicia y en los operadores de la administración de justicia, ya que los personajes analizan pruebas como ADN y vestigios de sangre, para intentar reconstruir eventos y determinar culpabilidades. Su “método probatorio” intenta reflejar la relevancia de la lógica deductiva, la tecnología y la ciencia, mostrando cómo la acumulación de pruebas fiables puede llevar a conclusiones sólidas. Pero, los estudiosos de los temas probatorios en las investigaciones y en los juicios acuñaron el “CSI Effect”, para explicar que la investigación de los delitos no debe considerarse eficiente solamente por estar llena de pruebas forenses, sin tener presentes sus posibles errores o que algunas de éstas pueden no ser ciencias o sólo se trata de “ciencia basura”. En la realidad de la procuración y administración de justicia jurídica, a diferencia de lo que sucede CSI, no hay pruebas perfectas o infalibles, porque algunas aun cuando son científicas o se presentan como científicas no son fiables por errores en su realización, por ejemplo.
Aunque, la cultura pop sí puede ser un instrumento de enseñanza del razonamiento probatorio que pone en relieve la importancia de la lógica, la evidencia y el pensamiento crítico. Esto, porque las historias literarias o televisivas o cinematográficas nos enseñan que las conclusiones apresuradas o basadas en conjeturas, sesgos o prejuicios pueden llevar a errores, mientras que un análisis cuidadoso y fundamentado en pruebas puede revelar lo que sucedió en el mundo. Además, muestran que el razonamiento probatorio no es exclusivo de los tribunales, sino que puede aplicarse en cualquier aspecto de la vida cotidiana, desde resolver un problema personal hasta tomar decisiones informadas. El puente que la cultura pop ha construido entre el razonamiento probatorio especializado y el pensamiento cotidiano nos recuerda que, en esencia, la búsqueda de la verdad a través de la evidencia no es solo un método jurídico, sino una capacidad humana fundamental que todos podemos y debemos cultivar, que nos obligará a estudiar lógica, filosofía, entre otras cosas y ser observadores con pensamiento crítico.