Por Omar Alonso Ortiz Sánchez, juez de Distrito Especializado en el Sistema Procesal Penal Acusatorio en la Ciudad de México
Cuando alguien desaparece o es víctima de un secuestro, la angustia de sus familiares se mezcla con la urgencia de actuar rápido. En esos momentos, cada minuto cuenta, y dentro del sistema de justicia penal, los jueces tienen una labor fundamental: autorizar técnicas de investigación que permitan localizar a la persona lo antes posible.
Nuestra Constitución y el Código Nacional de Procedimientos Penales establecen que solo los jueces federales son responsables de analizar y decidir de manera inmediata si se conceden solicitudes como la geolocalización en tiempo real, la intervención de llamadas o la obtención de los datos conservados por las compañías telefónicas. Estas herramientas pueden marcar la diferencia entre salvar una vida o perder su rastro.
Cuando se recibe una solicitud de este tipo, el juez tiene un plazo máximo de seis horas para resolver, ya que, en muchos casos, la vida de una persona está en riesgo. Su función es verificar que la petición del Ministerio Público tenga una base legal, que existan pruebas suficientes para justificarla y que realmente contribuya a la investigación de un delito, siempre garantizando el respeto a los derechos humanos y evitando cualquier uso indebido.
El juez federal debe asegurarse de que la técnica de investigación afecte la privacidad únicamente cuando sea estrictamente necesaria para esclarecer un delito y no por otros motivos. Por ejemplo, si se solicitara intervenir las llamadas de un empresario para obtener ventaja en un litigio mercantil, geolocalizar a un trabajador en medio de un conflicto laboral o acceder a las comunicaciones de un candidato durante un proceso electoral, la autorización tendría que ser negada. Estas situaciones se apartan de la investigación penal y la Constitución expresamente las prohíbe.
Resolver estos casos no es sencillo. Un juez debe tomar decisiones en cuestión de horas, con información limitada y bajo la presión de saber que una vida puede depender de su determinación. La rapidez es crucial, como también lo es la responsabilidad de garantizar que estas herramientas se utilicen únicamente cuando la ley lo permite. Más que un trámite administrativo, la función de los jueces en estos casos es un compromiso con la justicia, la legalidad y la protección de quienes más lo necesitan.