CDMX reconoce a los animales como “seres sintientes”, ¿qué significa eso?
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A partir de ahora, los animales ya no serán considerados simples objetos dentro de la ley en la capital del país.
El Congreso de la Ciudad de México aprobó una reforma histórica al Código Civil local para reconocerlos como seres sintientes, sujetos de consideración moral y merecedores de un trato digno y respetuoso. Aquí en el sitio de “El Mundo del Derecho” te damos los detalles.
Un cambio que va más allá del papel
La reforma modifica la fracción V del artículo 750, cambia el título del Capítulo II a “De los animales” y añade el artículo 855 Bis. Esto implica que todas las personas estarán obligadas jurídicamente a respetar la vida y el bienestar animal, acorde con sus necesidades biológicas.
La diputada Elvia Estrada Barba, del Partido Verde Ecologista, impulsora de la iniciativa, recalcó la trascendencia del cambio: “La protección de los animales no es una opción moral, es una obligación jurídica respaldada por nuestro Código Civil”, afirmó durante su intervención en el Pleno.
Impacto en la vida familiar
Uno de los aspectos más innovadores de la reforma aparece en el artículo 267, que regula los divorcios. Desde ahora, las parejas que decidan separarse deberán incluir un apartado específico sobre sus mascotas. En el documento legal podrán establecer un plan de cuidados que, como señala el propio texto, “considere el bienestar de dichas mascotas” y valore factores como la capacidad de cada persona, el tiempo disponible y los recursos económicos.
De esta manera, los animales dejan de ser tratados como un bien más a repartirse y pasan a ocupar un lugar dentro de las decisiones familiares, al mismo nivel que otros aspectos centrales de la vida en común.
Cabe mencionar que desde octubre de 2024, la Comisión de Bienestar Animal del Congreso capitalino había expresado su apoyo a esta visión, pero fue hasta agosto de 2025 cuando se concretó en ley.
Las denuncias por maltrato animal, que en 2023 se ubicaron entre los delitos más reportados en alcaldías como Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Álvaro Obregón, evidenciaron la urgencia de fortalecer la protección jurídica.
Un mensaje de fondo
Más que una reforma técnica, este cambio es también un gesto social y cultural: los animales dejan de ser considerados “cosas” y se reconocen como seres con derecho al cuidado, la protección y el respeto.
Con ello, la Ciudad de México se coloca a la vanguardia en América Latina en materia de derechos animales, pero también enfrenta un reto: transformar esta nueva obligación jurídica en una verdadera cultura de tutela responsable entre sus habitantes.
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