Skip to content Skip to footer

Una justicia ​​eficiente, cercana y transparente

Por Lorena Josefina Pérez Romo

LA CREACIÓN DEL ÓRGANO DE ADMINISTRACIÓN  JUDICIAL BUSCA DAR CERTIDUMBRE Y TRANSPARENTAR EL MANEJO DE LOS RECURSOS CON MAYOR EFICACIA Y EFICIENCIA

La reciente reforma constitucional al Poder Judicial de la Federación ha creado una oportunidad histórica para transformar el sistema de justicia y reconciliarlo con las personas. Este nuevo capítulo está marcado por la creación del Órgano de Administración Judicial (OAJ), institución que surge ante la extinción del Consejo de la Judicatura Federal y que representa mucho más que un rediseño institucional: simboliza el compromiso con una justicia más cercana, transparente y eficiente, centrada en las necesidades reales de la ciudadanía.

Durante tres décadas, el Consejo de la Judicatura Federal concentró las funciones administrativas, disciplinarias y de vigilancia de jueces y magistrados. La reforma al Poder Judicial replantea el diseño anterior con la firme convicción que la justicia debe generar instituciones eficaces, claras y responsables ante la sociedad.

El principal objetivo del recién creado Órgano de Administración Judicial es eficientar los recursos humanos, financieros y materiales del Poder Judicial, con nuevas reglas de transparencia, control y rendición de cuentas. Así nace el OAJ, con el fin de asegurar que la operación jurisdiccional no se vea entorpecida por obstáculos administrativos. El OAJ tiene como misión clara y contundente “Garantizar que los tribunales y juzgados funcionen de manera adecuada, que el presupuesto se utilice con responsabilidad y que los recursos humanos y materiales se asignen de manera equitativa”.

Lejos de ser una instancia distante, el OAJ impacta directamente en la vida de las personas justiciables, cuando un tribunal carece de personal suficiente, cuando no hay tecnología adecuada, cuando los procesos administrativos son lentos o ineficientes, quienes más lo resienten son las personas que buscan justicia. Por eso, la administración judicial es esencial para garantizar los derechos de la ciudadanía, y se ejerce con un órgano que corrobore que cada pieza del sistema funcione con orden y estructura, porque solo así, el derecho puede convertirse en realidad cotidiana.

A través de mecanismos de coordinación interinstitucional, planeación del gasto con criterios de equidad, modernización tecnológica y reingeniería de procesos, el OAJ construye las condiciones que permiten a las juezas y jueces impartir justicia de forma independiente, pronta y efectiva.

Carrera judicial y preparación, una vocación de servicio 

Mucho se ha debatido sobre el futuro de la carrera judicial. Algunas voces han llegado a afirmar que ésta desapareció con la reciente reforma al Poder Judicial. Sin embargo, su esencia permanece y se fortalece día a día gracias a las personas servidoras públicas que la integran. Su compromiso, vocación de servicio y constante capacitación hacen posible que la justicia federal sea una realidad tangible al servicio de la ciudadanía.

Si bien la reforma judicial instauró un nuevo modelo de acceso a los cargos de juezas y jueces federales, actualmente coexisten en el sistema personas que llegaron a esos cargos a través de la carrera judicial, junto con quienes ingresaron bajo el nuevo esquema. Esta combinación ha dado lugar a un servicio de justicia plural, con perfiles diversos, comprometidos y complementarios, cuyo intercambio de experiencias enriquece el quehacer jurisdiccional y le otorga un profundo sentido institucional.

El trabajo cotidiano de las nuevas personas juzgadoras, que provienen de distintos ámbitos del ejercicio jurídico, aporta también una mirada renovada. Su integración con quienes tienen una sólida trayectoria judicial amplía la visión tradicional del quehacer jurisdiccional, permitiendo una comprensión más profunda de la realidad social a la que sirve la justicia.

En este contexto, el Órgano de Administración Judicial enfrenta el desafío y la oportunidad de fortalecer la carrera judicial y especialización, consolidando su carácter como una auténtica vocación de servicio. Su misión es incentivar en todas las personas servidoras públicas jurisdiccionales el compromiso con la atención a la ciudadanía y la convicción de que la justicia se construye cada día, con profesionalismo, cercanía y responsabilidad social.

A la altura de las nuevas generaciones

Otros de los retos del OAJ son la modernización tecnológica, la planeación del gasto con criterios responsables de equidad y la profesionalización del personal jurisdiccional. También, consolidar una nueva cultura de transparencia interna y mejora regulatoria, en que la información sobre presupuestos, contrataciones y decisiones administrativas estén al alcance de todos.

La independencia de las personas juzgadoras es un desafío permanente y que no tolerará pretextos. El mensaje debe ser claro y contundente hacia dentro y afuera: no se trata de un poder cerrado sobre sí mismo, sino de una institución fundamental de la democracia mexicana y que responde al escrutinio público.

Y como integrante de este nuevo Órgano de Administración Judicial quiero expresar mi compromiso, porque estoy convencida que estamos frente a una oportunidad histórica: reconciliar al Poder Judicial Federal con el pueblo de México. Juntos, podemos demostrar que el acceso a la justicia no empieza en una sentencia o con un juicio, sino en la sensibilidad que cada caso tiene detrás una historia de vida, un impacto en el quehacer cotidiano de las personas, de las familias mexicanas. Hoy debemos humanizar la impartición de justicia.

Y para ello, es necesario hacer un llamado a la sociedad, la transformación de la justicia es un trabajo compartido. La gente debe informarse e involucrarse con este nuevo Poder Judicial, porque la justicia no pertenece a las y los juzgadores; sino a las personas que la exigen. Por eso, conocer el funcionamiento del nuevo órgano y dar seguimiento puntual a la carrera judicial y especialización es un acto ciudadano.

Construyamos juntos un nuevo equilibrio en el Poder Judicial. Tener leyes innovadoras no lo es todo; se requiere una administración que las ejecute estratégicamente.

Las y los que integramos el nuevo Órgano de Administración Judicial sabemos que nuestro trabajo es observado con lupa por todas las personas que están atentas a que el sistema de justicia sea transparente y confiable. La ciudadanía eligió mediante voto libre y secreto a las personas que velaran por la justicia mexicana, no podemos defraudar esa confianza. Por eso, el éxito del OAJ dependerá no sólo de sus estructuras internas, sino del compromiso ético y profesional de quienes estamos en él y con una visión al exterior.

El nuevo Órgano de Administración Judicial no es un punto de llegada, es el punto de partida a una nueva forma de entender el Poder Judicial mexicano, sólo requerimos tiempo para demostrarlo.

Aspectos básicos del OAJ

  • Reconocer la administración judicial como parte esencial de la impartición de justicia
  • Que la función jurisdiccional no sea entorpecida por obstáculos administrativos
  • Consolidar una cultura de transparencia interna y mejora  regulatoria

Premisas

  • La justicia requiere instituciones eficaces, claras y responsables.
  • La administración judicial es básica para garantizar los derechos ciudadanos.
  • No se puede defraudar la confianza ciudadana que eligió a los nuevos juzgadores mediante el voto
  • La vocación  de servicio y la formación especializada son indispensables para la impartición de justicia.

Los desafíos

  • Modernización tecnológica
  • Planeación del gasto con criterios responsables de equidad
  • Profesionalización del personal jurisdiccional
  • Consolidación de una nueva cultura de transparencia.

© 2025 El Heraldo de México – All rights reserved