¿Te pueden cambiar el asiento de tu concierto favorito? Esto dice la ley
Comprar un boleto para un concierto suele implicar elegir un asiento específico, sobre todo cuando se trata de zonas numeradas. Sin embargo, en muchos casos las empresas organizadoras anuncian reacomodos, cambios de sección o modificaciones en el mapa del evento.
La pregunta inevitable sería: ¿es legal que te cambien el asiento sin tu consentimiento? Aquí en el sitio “El Mundo del Derecho” te damos los detalles al respecto.
¿Qué dice la ley sobre los boletos?
La respuesta depende del tipo de boleto adquirido y de las condiciones bajo las que se realizó la compra. De acuerdo con la Ley Federal de Protección al Consumidor, el proveedor debe respetar las características, condiciones y especificaciones del servicio contratado.
Cuando compras un boleto con asiento asignado —por ejemplo, “Fila B, asiento 12”—, ese lugar forma parte esencial del servicio.
Por lo tanto, la empresa no puede mover al consumidor a otro lugar de forma arbitraria, salvo en casos excepcionales como:
• Reconfiguración obligatoria del recinto por motivos de seguridad.
• Problemas estructurales o técnicos documentados.
• Ajustes derivados de normativa oficial (como Protección Civil).
En esos casos, deben informarte y ofrecer alternativas.
¿Qué opciones debe darte la empresa si te reubica?
Si el proveedor no puede mantener tu asiento original, la ley obliga a ofrecerte:
1. Un lugar igual o mejor al que compraste.
2. La devolución total del dinero si no aceptas la reubicación.
3. Información clara y oportuna sobre el motivo del cambio.
Si el nuevo asiento resulta de menor valor o categoría, el consumidor tiene derecho a no aceptarlo.
¿Qué hacer si te cambian el asiento sin aviso?
La Profeco recomienda que, si el cambio fue unilateral, puedes:
• Solicitar reubicación equivalente o superior.
• Pedir reembolso total.
• Presentar queja si la empresa no cumple.
Las quejas pueden presentarse de forma presencial, en línea o mediante Conciliaexprés.
En conclusión, si tu boleto indica un asiento específico, la empresa debe respetarlo. Cualquier modificación debe estar justificada, informada y acompañada de alternativas que no afecten la experiencia del consumidor.
La ley protege el derecho a recibir exactamente el servicio contratado.

