La Secretaría de Educación Pública (SEP) anunció la entrada en vigor de un nuevo conjunto de lineamientos con carácter obligatorio para prevenir y atender casos de violencia sexual en las escuelas de nivel básico en México. Esta iniciativa fue publicada el 30 de mayo en el Diario Oficial de la Federación y busca garantizar entornos escolares seguros y libres de agresiones para niñas, niños y adolescentes.
Las medidas están diseñadas para aplicarse en todos los niveles del sistema educativo, desde las autoridades federales hasta las direcciones escolares, y obligan a actuar de manera inmediata ante cualquier señal de posible abuso. Según la SEP, se trata de una política integral centrada en el respeto a los derechos humanos y en la protección prioritaria del interés superior de la infancia.
El nuevo marco normativo establece procesos claros y coordinados para prevenir, detectar, canalizar y dar seguimiento a situaciones de violencia sexual. Incluye protocolos de intervención para maestras, maestros y personal directivo, así como mecanismos para dar aviso a las autoridades competentes y brindar acompañamiento adecuado a las víctimas.
Además de abordar los casos cuando ya ocurrieron, las reglas hacen énfasis en la prevención y en la construcción de una cultura escolar que rechace cualquier forma de violencia. Esto implica capacitar a los actores escolares y promover la participación activa de madres, padres y cuidadores en la protección de las y los estudiantes.
El secretario de Educación Pública, Mario Delgado Carrillo, explicó que estas acciones forman parte de un esfuerzo nacional por erradicar el abuso en las escuelas y fortalecer la confianza en el sistema educativo.
“No se trata solo de nuevas normas, sino de un compromiso colectivo. Todos somos responsables de asegurar que nuestras escuelas sean espacios donde las niñas y los niños se sientan protegidos, escuchados y respetados”, afirmó.
Estas nuevas reglas están dirigidas principalmente a estudiantes de educación básica —preescolar, primaria y secundaria—, pero también impactarán a docentes, autoridades escolares y familias. La meta es generar una red de protección que permita detectar señales de alerta de forma temprana y garantizar respuestas efectivas, con respeto a la dignidad y el bienestar de la niñez.
Las autoridades educativas locales deberán adaptar estos lineamientos a su contexto, pero no podrán omitir sus principios esenciales. La SEP precisó que el cumplimiento será obligatorio en todo el país y que su implementación será supervisada para asegurar resultados tangibles.
Con este paso, el Gobierno federal busca cerrar brechas de atención y prevenir la revictimización, creando entornos escolares donde cada estudiante pueda desarrollarse con libertad y sin miedo.