¿Se promoverá la lectura en redes sociales? Así va la iniciativa en el Senado
Leer también podría convertirse en una tendencia, ¿la razón? Esto se debe a que en el Senado de la República aprobó una iniciativa que busca fomentar el hábito de la lectura en redes sociales, adaptando la política pública a los espacios donde hoy se concentra la atención de millones de jóvenes.
El proyecto modifica diversos artículos de la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro para que la Secretaría de Educación Pública (SEP) y otras autoridades promuevan el uso de libros electrónicos, entornos digitales e influencers como aliados en el fomento lector. Aquí en el sitio “El Mundo del Derecho” te damos los detalles al respecto.
“El fomento a la lectura debe ir a los espacios digitales donde los usuarios ya están activos”, destaca el dictamen aprobado por unanimidad.
¿Qué contempla la reforma?
La propuesta establece que la SEP deberá impulsar el uso de libros electrónicos dentro de los planes educativos, además de apoyar la creación de espacios digitales para la lectura en comunidades y escuelas.
También incorpora las redes sociales como un canal oficial para difundir campañas y contenidos que promuevan el hábito lector, mediante la colaboración con creadores digitales e influencers.
El cambio legal responde a la evolución de los hábitos de consumo de información. De acuerdo con el Módulo sobre Lectura del INEGI, 39.4% de los mexicanos leen en espacios digitales, cifra muy cercana a quienes lo hacen en formato impreso que es del 41.8%.
Aunque el porcentaje de lectores ha disminuido en los últimos años — al pasar de 84.2% en 2015 a 69.6% en 2024—, los legisladores confían en que el entorno digital sea una vía para reconectar con los jóvenes.
Retos y próximos pasos
El dictamen aún deberá ser revisado por la Cámara de Diputados, donde se definirá su aplicación final. Una vez aprobado, implicará nuevas estrategias: campañas con creadores de contenido, materiales interactivos, bibliotecas virtuales y programas de capacitación docente.
Sin embargo, especialistas advierten que la brecha tecnológica podría limitar los beneficios de la reforma.
“No todas las escuelas o comunidades tienen acceso a dispositivos o conexión estable, y eso puede generar desigualdad”, se advirtió durante el debate.
El proyecto representa un cambio de paradigma: pasar de promover la lectura en bibliotecas físicas a hacerlo en los espacios digitales donde los jóvenes ya interactúan.
“Si queremos que los jóvenes lean, tenemos que hablarles en su idioma digital”, coincidieron legisladores durante la sesión.
