¿Qué pasaría si nunca se lee el testamento de un fallecido? Esto dice la ley
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La lectura de un testamento no es un mero trámite simbólico, sino un paso clave en la sucesión de bienes. Pero, ¿qué ocurriría si el documento nunca se da a conocer?
La legislación mexicana prevé escenarios específicos en los que el testamento debe abrirse y ejecutarse para que la voluntad del fallecido tenga efectos jurídicos. Aquí en el sitio “El Mundo del Derecho” te damos los detalles.
La apertura del testamento, un deber legal
De acuerdo con el Código Civil Federal, el testamento debe presentarse ante un juez o notario una vez que la persona fallece. Este procedimiento se conoce como apertura y protocolización. No es opcional: la ley ordena que el documento se exhiba para que produzca efectos legales.
Si el testamento nunca se presenta, la sucesión no puede abrirse formalmente y los herederos se ven imposibilitados de reclamar los bienes.
La norma protege, así, tanto la última voluntad del testador como los derechos de quienes están llamados a heredar.
¿Qué pasa si no se cumple este trámite?
En caso de que el testamento nunca se exhiba o se oculte de manera intencional, la ley contempla consecuencias:
- Los bienes podrían quedar bajo un procedimiento de sucesión legítima, es decir, como si no existiera testamento, siguiendo el orden de herederos marcado por la ley (cónyuge, hijos, ascendientes, etc.).
- Quien oculte, destruya o retenga un testamento puede enfrentar responsabilidad civil e incluso penal, al obstaculizar el ejercicio de los derechos sucesorios.
- Los herederos pueden promover un juicio sucesorio para obligar a la presentación del documento.
La importancia de la sucesión testamentaria
Especialistas en derecho sucesorio recuerdan que el testamento “es la forma más segura de transmitir el patrimonio y evitar conflictos familiares”. Su lectura no sólo da certeza sobre la última voluntad del fallecido, sino que impide disputas entre los herederos.
Por ello, el llamado de notarios y autoridades durante campañas como el Mes del Testamento es claro: otorgar y respetar estos documentos garantiza la paz familiar y el cumplimiento de la voluntad del testador.
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