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¿Qué pasa si el heredero de un testamento fallece? Esto dice la ley

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Cuando una persona fallece y deja un testamento, lo habitual es que haya designado a sus herederos. Sin embargo, en ocasiones ocurre que uno de esos herederos muere antes que el propio testador o incluso durante el proceso de sucesión. En esos casos, el derecho mexicano contempla reglas específicas para determinar qué sucede con los bienes que se habían asignado.

El Código Civil Federal establece que si el heredero fallece antes que el testador, la disposición hecha a su favor queda sin efecto. En palabras simples, esa parte de la herencia no se transmite a sus descendientes, a menos que el testador haya previsto una figura llamada sustitución hereditaria.

Sustitución hereditaria y derecho de representación

La sustitución hereditaria permite que el testador nombre a otra persona para recibir la herencia en caso de que el heredero original no pueda hacerlo. Si no se estableció sustitución, entra en juego el derecho de representación, que opera únicamente en ciertos grados de parentesco.

Esto significa que, si el heredero era hijo del testador y muere antes que él, los nietos (descendientes del heredero fallecido) pueden heredar en su lugar. La ley lo resume así: “Los descendientes heredan por derecho de representación, ocupando el lugar y grado del ascendiente”.

Cuando el heredero muere después del testador

Otra situación es cuando el heredero sobrevive al testador, pero fallece antes de recibir la herencia en forma material. En ese supuesto, los bienes ya forman parte del patrimonio del heredero, por lo que pasan a sus propios herederos conforme a su testamento o, en su defecto, por sucesión legítima.

En ambos escenarios, la normativa busca evitar que el patrimonio quede sin un destino claro y garantizar que los bienes se transmitan conforme a la voluntad del testador o, en su ausencia, conforme a lo que establece la ley.

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