¿Qué dijo el ministro Javier Láynez previo a su salida de la SCJN?
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Con la voz entrecortada y visiblemente conmovido, el ministro Javier Láynez Potisek se despidió el pasado miércoles de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), durante lo que fue su última sesión como integrante del máximo tribunal constitucional del país.
“Con respeto y gratitud, declaro cerrada la última sesión de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación… Gracias”, expresó Láynez antes de golpear el mazo con el que concluyó formalmente la reunión, en medio de aplausos por parte de sus compañeras, compañeros y del personal del Poder Judicial Federal.
El fin de una etapa
Durante su mensaje de despedida, el ministro calificó esta sesión como un momento histórico.
“Esta sesión representa el fin de una etapa que marcó, sin duda, el orden jurídico federal y a través de los criterios obligatorios el orden jurídico local”, dijo en el mismo discurso.
Recordó que la Segunda Sala ha sido clave en la resolución de asuntos de alta complejidad jurídica.
“Desde su creación, la Sala asumió la responsabilidad de atender asuntos de alta importancia y complejidad en temas administrativos, fiscales, laborales, seguridad social y materia agraria con apego a la Constitución”, añadió.
Agradecimiento al personal detrás de la Corte
Antes de concluir, Láynez dedicó palabras de reconocimiento a quienes durante años han contribuido al trabajo jurisdiccional desde distintas áreas del Poder Judicial.
“Como presidente, expreso mi más profundo reconocimiento a quienes han integrado la Segunda Sala a lo largo de los años: ministras, ministros, pero sobre todo a las secretarias y secretarios de estudio y cuenta, al personal jurisdiccional, al administrativo que es el que no se ve”, señaló.
El mensaje marcó el cierre de su ciclo como ministro, en un contexto de transformación institucional tras la elección por voto popular de las nuevas ministras y ministros que integrarán la Corte a partir del próximo periodo. Aunque las funciones de la Segunda Sala se mantienen, el momento representó para Láynez —y para muchos— el cierre simbólico de una etapa significativa en la historia del Poder Judicial.
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