El Instituto Nacional Electoral (INE) confirmó la existencia de múltiples irregularidades durante la histórica elección judicial del pasado 2 de junio. Leíste bien, los consejeros encontraron distintos delitos en materia electoral.
Aunque el organismo validó los resultados y entregó las constancias a los ganadores, reconoció públicamente que varios incidentes detectados podrían constituir delitos electorales, y ya fueron turnados a la Fiscalía Especializada para su investigación. Aquí en el sitio de “El Mundo del Derecho” te compartimos los detalles al respecto.
Durante los trabajos de revisión, el INE detectó varios tipos de irregularidades, algunas de las cuales podrían configurar delitos electorales:
Aunque la mayoría del Consejo General respaldó la validez del proceso, no todos compartieron el mismo diagnóstico. La presidenta del INE, Guadalupe Taddei Zavala, defendió la elección como un esfuerzo colectivo de gran envergadura:
“La democracia no se impone, se construye desde abajo, con la participación de millones que organizaron y vigilaron esta jornada”.
Por su parte, el consejero Arturo Castillo fue enfático en su rechazo a validar los resultados en el caso de la Suprema Corte: “Existen evidencias preocupantes que siembran dudas razonables sobre la legalidad y transparencia de este segmento del proceso”.
Las incidencias más relevantes ya fueron canalizadas a la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEDE), que ahora deberá determinar si existen elementos para abrir carpetas de investigación. Las conductas sancionables podrían incluir desde inducción al voto hasta manipulación dolosa de actas.
Además, el proceso de impugnación continúa abierto. Los actores políticos y ciudadanos tienen hasta el 28 de agosto para presentar recursos legales que busquen revertir nombramientos o denunciar irregularidades más amplias.
Aunque el INE concluyó los cómputos y entregó constancias a los ganadores, los señalamientos obligan a replantear los mecanismos de control y supervisión en ejercicios de esta naturaleza. La inédita elección de integrantes del Poder Judicial por voto directo marcó un antes y un después, no sólo por su dimensión, sino por las tensiones que reveló entre participación ciudadana, organización institucional y garantías de equidad.
En palabras de uno de los consejeros que votó a favor del cómputo: “No fue una elección perfecta, pero sí una que puso a prueba a todo el sistema democrático del país”.