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MIDAMOS LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Más allá del reconocimiento formal y la incorporación de los derechos humanos en los sistemas jurídicos, con la determinación de su vigencia, es necesario contar con herramientas adecuadas para evaluar y vigilar su cumplimiento. Para ello, los indicadores, tanto cualitativos como cuantitativos, son indispensables.

Si se diseñan e implementan de manera adecuada, abren la puerta para recabar información que, de manera conjunta con otros mecanismos de análisis, evaluación y seguimiento, permiten diagnósticos y prospecciones que incidan en políticas públicas, reformas jurídicas o decisiones administrativas de gobierno.

Con frecuencia, el discurso público sobre los derechos humanos enfatiza su reconocimiento legal y establece mecanismos de garantía o acciones que desde las instancias de gobierno se llevan a cabo para buscar la realización efectiva de tales derechos.

El uso de indicadores lleva esta intención más lejos y genera elementos concretos con base en los cuales es posible emitir una valoración ponderada, objetiva y realista sobre su vigencia real en el terreno de los hechos. Lo anterior, trasciende los discursos teóricos y formalistas, sustituyéndolos con información verificable, que se constituye como un insumo útil y necesario para la toma de decisiones.

La libertad de expresión es un pilar fundamental de cualquier sociedad democrática. Garantiza el derecho de las personas a expresar sus ideas, opiniones y críticas, sin temor a represalias.

El derecho a la libertad de expresión es esencial para el ejercicio de otros derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y medioambientales. Además, es una libertad fundamental que todos practicamos en nuestra vida.

Sin embargo, su protección y garantía no deben darse por sentadas. Si bien está establecido en distintos instrumentos internacionales y textos constitucionales, la forma como el derecho puede ser vigente y respetado es objeto de constantes debates y controversias.

El desarrollo y utilización de las nuevas tecnologías de la información han ocasionado que la libertad de expresión sea tema relevante para la actividad en plataformas electrónicas y redes sociales, siendo sus límites y alcances una cuestión cuya discusión está lejos de resolverse. Las agresiones y violencia contra periodistas y comunicadores, por razones de género o hasta discursos de odio, con frecuencia tienen un trasfondo político o ideológico.

Lo cierto es que, de manera cotidiana, las y los mexicanos somos testigos de actos que cuestionan la vigencia de este derecho e inciden en su ejercicio real tanto en el entorno físico como virtual.

Aunque muchas personas no sean conscientes de ello, cada publicación o interacción en redes sociales y otros medios virtuales, implica el ejercicio de libertad de expresión y las cuestiones relativas a su respeto y vigencia son algo complejo y diverso de lo que podría parecer; en razón de ello, tendría que tomarse más en cuenta, debido a que los canales y medios en los que se expresa están en constante evolución y desarrollo.

La medición y evaluación del derecho a la libertad de expresión es relevante porque por una parte contribuye a visibilizar la actuación y desempeño de las autoridades, así como a una mayor transparencia y rendición de cuentas; y por otra, ayudaría a detectar problemáticas que permitan el diseño de políticas públicas y reformas que den mayor protección y garantía a la libre expresión de ideas. Al final, lo que está en evidencia es la dimensión y alcance del compromiso del Estado con la libertad de expresión y protección, en general, de los derechos humanos.

Los indicadores son un puente entre los compromisos y manifestaciones en un contexto discursivo, con acciones concretas que adopten para su cumplimiento.

Desde hace años, el Programa Universitario de Derechos Humanos de la Universidad Nacional Autónoma de México ha realizado un trabajo para generar indicadores sobre derechos humanos, que han sido aplicados a nivel nacional e internacional.

En 2023, se desarrolló una propuesta de 58 indicadores, organizada según la metodología del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, con el fin de contar con herramientas para evaluar la libertad de expresión en México, entre las que destacan: el contexto histórico, social y avances, como el tecnológico. Cada indicador capta con precisión la contribución de recomendaciones emitidas por relatorías especiales del Sistema Universal, del Sistema Interamericano y de declaraciones conjuntas.

La medición de la libertad de expresión no sólo es una tarea técnica, sino un compromiso ético y político que, con base en indicadores, fortalece la protección de este derecho.

DATOS

Lo que está en evidencia es el alcance del compromiso del Estado con la libertad de expresión y protección de los derechos humanos.

NUEVAS TECNOLOGÍAS

1 Han propiciado que la libertad de expresión sea tema relevante.

2 Sus límites y alcanes son una cuestión de discusión lejos de resolverse.

3 Tendría que tomarse en cuenta la interacción por su constante evolución.

NUMERO

58 indicadores de derechos humanos fueron propuestos por universitarios de la unam.

Los indicadores de derechos humanos son fundamentales para aplicar las normas y compromisos de derechos humanos.

INDICADORES DE DERECHOS HUMANOS

1 Internet libre y revolución digital, ideal para garantiza una voz.

2 justicia de género y diversidad a mujeres, LGBTQ+ y otros

3 Violencia contra periodistas y defensores de derechos humanos

4 Establecer límites entre la libertad de expresión y discurso de odio.

5 Acceso a información ambiental y sostenibilidad.

6 ante noticias falsas, la Desinformación y educación mediática.

7 Protesta social y cambio democrático.

8 Niñez y futuro de la libertad de expresión.