Huracán Priscilla: ¿Cuáles son tus derechos ante un fenómeno natural?
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El paso del huracán Priscilla no solo pone a prueba la resistencia de techos y caminos: también la capacidad del Estado para protegerte. Y sí, tienes derechos cuando un fenómeno natural afecta tu vida, tu hogar o tu trabajo.
La ley obliga a las autoridades a emitir alertas, evacuar zonas de riesgo, habilitar refugios y garantizar atención médica, alimentos y seguridad.
Es decir que la atención por los desastres naturales no es un favor, es una obligación establecida en la Ley General de Protección Civil. Aquí en el sitio “El Mundo del Derecho” te damos los detalles acerca de este tema.
Protección y atención sin distinciones
Toda persona tiene derecho a recibir ayuda en condiciones dignas y sin discriminación. En situaciones de emergencia, la prioridad es para niñas, niños, personas mayores, mujeres embarazadas y personas con discapacidad.
Si las autoridades no actuaron con rapidez o negaron auxilio, puedes presentar una queja ante la Comisión Nacional o las comisiones estatales de derechos humanos.
Si pierdes tu casa o tu empleo
Cuando un huracán destruye una vivienda, el gobierno debe activar programas de reconstrucción y apoyo económico. Aunque el extinto FONDEN ya no existe, la Federación y los estados están obligados a canalizar recursos extraordinarios para atender los daños.
Y si el desastre impide trabajar, no pueden descontarte el sueldo ni despedirte por ausentarte. La Ley Federal del Trabajo protege tu integridad física y tus ingresos en casos de fuerza mayor.
Derecho a la información y a la transparencia
También puedes exigir cuentas claras: saber cuánto dinero se destina a víveres, albergues y reconstrucción.
La Ley General de Transparencia te permite solicitar esa información o denunciar irregularidades en la entrega de apoyos.
En conclusión, los huracanes no solo mueven el mar; también ponen a prueba la respuesta del Estado.
Recordarlo es clave: la ley no se detiene con la lluvia. Tus derechos —a la seguridad, al auxilio, a la vivienda y al trabajo digno— deben protegerte antes, durante y después de la tormenta.
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