¿Habrá riesgo de espionaje con la nueva Ley de Telecomunicaciones? Esto dice Sheinbaum

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La nueva Ley de Telecomunicaciones ha levantado dudas entre ciudadanos, legisladores y activistas. ¿Permitirá el espionaje? ¿Podrán las autoridades intervenir llamadas o rastrear teléfonos sin control?

Frente a estas inquietudes, la presidenta Claudia Sheinbaum salió a aclarar de qué se trata realmente esta iniciativa. Aquí en el sitio de “El Mundo del Derecho” te damos los detalles al respecto.

Sin violar la privacidad de los mexicanos

La presidenta Claudia Sheinbaum negó tajantemente que la reforma contemple mecanismos de vigilancia masiva o violaciones a la privacidad. Aseguró que el gobierno federal no tiene intenciones de espiar a la ciudadanía ni de censurar contenidos.

“El gobierno ni espía ni censura con la nueva Ley de Telecomunicaciones”, afirmó la mandataria.

“Están buscando mentiras para querer justificar esta idea de que ahora somos un gobierno que censura y persigue a las personas”, agregó.

Uno de los puntos que más polémica ha generado es el artículo 183 del dictamen, que obliga a los concesionarios de telecomunicaciones a colaborar con las autoridades. Sin embargo, el gobierno explicó que ese artículo no es nuevo, sino que replica lo que ya establece el artículo 182 de la ley vigente.

Así lo detalló José Antonio Peña Merino, titular de la Agencia de Transformación Digital del gobierno federal:

“El artículo 183 del dictamen actual es idéntico al de la ley vigente. No introduce nuevos mecanismos de vigilancia ni amplía facultades al Estado”.

También recalcó que cualquier solicitud de información, geolocalización o colaboración con operadores solo puede hacerse con orden judicial, como ya lo exige el artículo 16 de la Constitución.

“Toda colaboración debe darse mediante mandamiento por escrito, fundado y motivado de una autoridad competente”, puntualizó.

Sin intervención de llamadas ni vigilancia indiscriminada

En medio del debate, algunas voces han acusado al gobierno de querer establecer una “ley espía”. Sin embargo, Sheinbaum aclaró que la propuesta no permite la intervención de comunicaciones privadas ni el monitoreo de teléfonos sin autorización judicial.

“Es falso que se busque crear una ley espía. No tiene nada que ver con intervenir una conversación telefónica”, subrayó.

También se refirió a la llamada Plataforma Central de Inteligencia, contemplada en otra iniciativa legislativa, y que ha sido erróneamente asociada con la ley de telecomunicaciones. Según explicó, su propósito es organizar la información dispersa en distintas dependencias para facilitar la persecución de delitos, no para espiar a la población.

“Sencillamente es tener un sistema de información que hoy está disperso en todos lados. Se trata de que sea más expedita la persecución de un delito, pero no tiene nada que ver con vigilancia a personas”, afirmó la presidenta.

¿Qué pasará con la nueva Ley de Telecomunicaciones?

De acuerdo con el gobierno federal, los artículos señalados por los críticos no representan nuevos poderes ni herramientas de espionaje, sino que mantienen intactos los candados constitucionales ya existentes. El lenguaje legal se mantiene prácticamente igual al vigente, y toda acción debe contar con respaldo judicial.

Además, funcionarios recordaron que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha ratificado que ninguna autoridad puede intervenir comunicaciones sin una orden debidamente fundada y motivada, por lo que el marco de protección a la privacidad permanece sin cambios.

En conclusión, el gobierno sostiene que la nueva Ley de Telecomunicaciones no amplía las facultades de vigilancia del Estado, no permite la censura y no autoriza el espionaje sin control. Las declaraciones oficiales buscan desactivar la narrativa de una “ley espía” y tranquilizar a la ciudadanía sobre el respeto a los derechos constitucionales.

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