Activistas, colectivos de derechos humanos y representantes de víctimas de desaparición forzada enviaron una carta a la presidenta Claudia Sheinbaum para exigir la renuncia de Gerardo Fernández Noroña del cargo como presidente de la Mesa Directiva del Senado.
¿La razón? Aquí en el sitio de “El Mundo del Derecho” te damos los detalles acerca de la postura de los activistas en contra de Gerardo Fernández Noroña.
La indignación se intensificó luego de que Fernández Noroña hiciera declaraciones sobre la migración que fueron interpretadas como una provocación para legisladores estadounidenses, al parecer en respaldo de una iniciativa que propone un impuesto del 5% a las remesas enviadas desde Estados Unidos.
“Sus palabras le pueden costar el sustento a millones de familias mexicanas; lejos de defender a los migrantes, han puesto en riesgo su esfuerzo y han alimentado un clima de hostilidad que los vulnera aún más”, advierten en la carta.
En dicha carta señalan que el legislador ha emitido declaraciones “cargadas de insensibilidad y arrogancia” que ofenden a las comunidades más vulnerables, en especial a los migrantes mexicanos y a las familias de personas desaparecidas.
“El senador ha cruzado una línea que no podemos ignorar. Sus palabras no solo ofenden: hieren, dividen y, peor aún, traicionan el mandato de representar con dignidad a los mexicanos”, añade el documento.
Los firmantes apelaron directamente a la presidenta Sheinbaum, recordándole su compromiso con la justicia, la dignidad y el respeto hacia los más vulnerables. Le solicitaron que exija la salida de Fernández Noroña tanto de la presidencia del Senado como de su cargo legislativo.
“Su conducta no solo es incompatible con los valores de su gobierno, sino que daña irreparablemente la confianza en las instituciones que deben proteger a los más vulnerables”, concluye el documento.
La misiva fue respaldada por familiares de personas desaparecidas, periodistas desplazados, defensores de derechos humanos y activistas que trabajan con comunidades migrantes. Aunque no se enlistan nombres particulares, los firmantes se identifican como víctimas y testigos del impacto negativo que —aseguran— han tenido los dichos del legislador.
“Como activistas, hemos sido testigos del impacto de sus palabras: familias que, en lugar de encontrar consuelo en sus representantes, reciben burlas; víctimas que, en lugar de justicia, enfrentan indiferencia”, mencionan.