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¿Es ilegal que las figuras políticas utilicen artículos de lujo?

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En los últimos años, el uso de artículos de lujo por parte de figuras políticas ha generado polémica en la opinión pública mexicana. Relojes de diseñador, bolsas de marca, autos de alta gama y hasta prendas exclusivas han sido señaladas en redes sociales y medios de comunicación.

Pero, ¿es esto ilegal? ¿Existe una norma que prohíba a los servidores públicos usar productos costosos? Aquí en el sitio de “El Mundo del Derecho” te damos los detalles al respecto.

No está prohibido, pero sí puede levantar alertas

En términos estrictamente legales, no existe en México una ley que prohíba a un funcionario público portar artículos de lujo. Sin embargo, el uso de este tipo de bienes puede ser objeto de escrutinio público y legal si hay indicios de enriquecimiento inexplicable o si se percibe una contradicción entre el nivel de vida del servidor público y sus ingresos reportados.

¿Qué dice la Ley General de Responsabilidades Administrativas?

La Ley General de Responsabilidades Administrativas (LGRA) establece en su artículo 7 que todos los servidores públicos deben conducirse con legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia. Aunque portar artículos de lujo no constituye una falta en sí misma, sí puede ser indicio de conductas como enriquecimiento oculto o falta de integridad, sobre todo si no hay justificación patrimonial.

El artículo 49 de la misma ley contempla el “enriquecimiento oculto u ocultamiento de conflicto de interés” como una falta administrativa grave cuando el servidor público no puede acreditar el origen lícito de un incremento en su patrimonio.

Declaración patrimonial: clave en la transparencia

Todos los funcionarios están obligados a presentar una declaración patrimonial y de intereses. Si un servidor público posee bienes de alto valor —como relojes de decenas de miles de pesos o vehículos de lujo— y no los reporta, sí incurre en una omisión sancionable.

Además, de acuerdo con el artículo 60 de la LGRA, las sanciones por ocultar información patrimonial pueden ir desde la inhabilitación temporal hasta la destitución del cargo o incluso responsabilidad penal, si se configura algún delito.

Opinión pública y responsabilidad ética

Aunque el uso de artículos de lujo no está tipificado como delito, la percepción pública juega un papel clave en la legitimidad de los actores políticos. En un país con altos niveles de desigualdad, el contraste entre la opulencia y el discurso de austeridad puede impactar negativamente la confianza ciudadana.

En este sentido, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 134, establece que los recursos públicos deben utilizarse con eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez. Por ello, si se comprueba que un artículo de lujo fue adquirido con recursos públicos, sí se puede configurar un desvío o uso indebido de recursos, lo cual sí es un delito.

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