¿En qué consiste la nulidad de testamento? Esto dice la ley

[vc_row][vc_column][vc_column_text]

El testamento es uno de los instrumentos legales más importantes en materia sucesoria, pues permite a una persona disponer libremente de sus bienes y derechos para después de su muerte.

Pero no todos los testamentos son válidos, y la ley mexicana contempla diversos supuestos de nulidad cuando el documento se otorga sin cumplir los requisitos establecidos por el Código Civil Federal. Aquí en el sitio “El Mundo del Derecho” te damos los detalles.

¿Cuándo se considera la nulidad de un testamento?

El artículo 1494 del Código Civil Federal establece que un testamento será nulo cuando se otorgue por una persona incapaz legalmente, o cuando se demuestre que fue hecho bajo dolo, error o violencia. También puede ser anulado si no se cumplieron las formalidades legales del tipo de testamento elegido (público abierto, cerrado, ológrafo o especial).

Por ejemplo, si un testador no estaba en pleno uso de sus facultades mentales, si fue obligado a firmar el documento o si no se respetaron los requisitos de testigos o certificación notarial, el testamento puede ser impugnado por los herederos o interesados.

“El principio básico en materia testamentaria es la libertad de testar, pero esa libertad solo tiene validez cuando se ejerce con plena conciencia, sin coacción y conforme a las formalidades que la ley exige”, explican especialistas en derecho sucesorio.

En palabras simples, la nulidad significa que un testamento no tiene validez porque fue hecho con errores o bajo condiciones que lo vuelven inválido ante la ley. Esto puede suceder si la persona que lo redactó no tenía capacidad mental o legal, si fue presionada o engañada, o si no se cumplieron las formalidades que marca el Código Civil.

Tipos de nulidad: absoluta y relativa

La legislación distingue entre nulidad absoluta y nulidad relativa.

• La nulidad absoluta se aplica cuando el acto contraviene normas de orden público o falta un elemento esencial, como la capacidad del testador o la forma legal. En estos casos, el testamento se tiene por inexistente y no produce efecto alguno.
• La nulidad relativa, en cambio, puede subsanarse si el vicio no afecta gravemente el fondo del acto; por ejemplo, errores menores en la redacción o incumplimientos de formalidades no sustanciales.

En ambos supuestos, la nulidad debe declararse judicialmente mediante un juicio sucesorio o una acción específica interpuesta por las personas interesadas en la herencia.

En conclusión, la nulidad de testamento es una figura legal que protege la autenticidad y validez de la voluntad del testador. Su objetivo no es complicar el proceso sucesorio, sino garantizar que la herencia se transmita conforme a la ley.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]