Recientemente se llevó a cabo por primera vez en México una elección para que la ciudadanía eligiera directamente a integrantes del Poder Judicial, incluyendo ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia, así como jueces y magistrados.
Aunque el ejercicio marcó un hito democrático, los resultados reflejaron también una fuerte señal de desaprobación y desinformación. Nos referimos a los votos nulos, aquí en el sitio de “El Mundo del Derecho” te damos los detalles al respecto.
Uno de los datos más impactantes fue la cifra de votos nulos. Según los resultados oficiales del Instituto Nacional Electoral (INE), millones de personas optaron por anular su boleta, intencional o involuntariamente, superando con ello incluso la votación recibida por los aspirantes más respaldados.
En la elección de ministras y ministros de la Suprema Corte se registraron 12 millones 604 mil 157 votos nulos, lo que representa el 10.8 % del total de sufragios emitidos en ese segmento. Esta proporción es la más alta en la historia reciente de los procesos federales en México.
En contraste, el candidato más votado, Hugo Aguilar Ortiz, obtuvo 6 millones 195 mil 612 votos, mientras que Lenia Batres Guadarrama alcanzó 5 millones 30 mil 281. Es decir, el voto nulo duplicó las preferencias individuales más altas, reflejando un fenómeno atípico en términos electorales.
Además del número récord de boletas anuladas, la elección judicial también registró una participación muy baja, cercana al 13 % del padrón nacional. Expertos han señalado que esta combinación de abstención, desconocimiento y votos nulos sugiere una desconexión entre la ciudadanía y el proceso, así como la falta de información clara sobre los perfiles en competencia.
El ejercicio sirvió para renovar 2,681 cargos judiciales, incluyendo nueve ministros de la Suprema Corte. No obstante, las cifras invitan a una revisión profunda del modelo implementado, especialmente en términos de pedagogía cívica, difusión de candidaturas y diseño de boletas electorales.