Previa a realizarse la primera participación en una cumbre internacional como jefa de Estado, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que es muy probable que sostenga una reunión con el presidente estadounidense Donald Trump durante el encuentro del G7 que se llevará a cabo en Kananaskis, Canadá, del 15 al 17 de junio.
“Todo parece indicar que sí nos reunimos con el presidente Trump”, dijo la mandataria durante su conferencia de prensa matutina, en la que también detalló parte de su agenda oficial.
“Regreso, nos vamos el lunes, sale el vuelo a las seis y media de la mañana, y regresamos el martes a las nueve de la noche… tomamos el avión, volamos en la noche para estar aquí temprano, esperemos llegar a la mañanera (el miércoles)”, añadió.
Aunque el encuentro aún no ha sido confirmado de forma oficial por las autoridades diplomáticas, la presidenta Sheinbaum adelantó que su gobierno está interesado en abordar con Trump una serie de temas bilaterales con implicaciones económicas relevantes.
“Hay varios temas con Estados Unidos: el ganado, impuestos a las remesas de los mexicanos, los aranceles al acero y el aluminio. Nosotros exportamos menos de lo que importamos por lo que es importante llegar a un acuerdo y otros más”, señaló.
Además recordó que el objetivo es “llegar a una serie de acuerdos y mejora en asuntos que están afectando a México”.
De confirmarse la reunión con Trump, sería uno de los encuentros bilaterales más esperados de la cumbre, sobre todo por la tensión reciente en torno a temas migratorios, fiscales y comerciales. En días previos, redadas migratorias en ciudades estadounidenses como Los Ángeles han reconfigurado la prioridad de la delegación mexicana en el G7, dando mayor peso a la defensa de las remesas y los derechos de los migrantes.
Además, el contexto económico bilateral sigue marcado por la revisión de aranceles al acero, aluminio y productos agropecuarios, lo que podría generar avances en las negociaciones si el encuentro presidencial se concreta. La participación de México en el G7 también incluye conversaciones con líderes como el primer ministro canadiense Mark Carney.