“La paridad lograda no se traduce en igualdad en la toma de decisiones”

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“Somos más mentes pensando cambios a favor de ellas”

“La paridad lograda no se traduce en igualdad en la toma de decisiones”

Con un mensaje claro hacia la igualdad sustantiva, Mariana Benítez Tiburcio desde su perspectiva como activista, legisladora y defensora de los derechos de las mujeres, nos comparte su visión actual sobre los avances y retos en la agenda para las mujeres.

La legisladora considera que no se trata de sólo hacer políticas públicas o reformas legislativas, sino que es necesario un cambio cultural y social profundo liderado por todas y todos.

“La lucha por la igualdad es un trabajo conjunto que involucra a mujeres, hombres, instituciones, comunidades y, sobre todo, a las futuras generaciones. Solo trabajando juntos podremos construir un país donde las mujeres tengan las mismas oportunidades y derechos que los hombres”.

¿Cómo ha cambiado la agenda de las mujeres bajo la presidencia actual?

La Presidenta envió un mensaje claro desde su campaña y al asumir el cargo: la agenda de las mujeres sería una prioridad. La primera iniciativa de reforma constitucional que presentó al Congreso fue la que buscaba establecer en la Constitución el derecho a la igualdad sustantiva, una modificación de gran relevancia, porque marca un principio fundamental: la igualdad de género, misma que será un eje central de la política nacional en el marco de los derechos de las mujeres.

¿Cuáles son los principales avances y desafíos en materia de violencia contra las mujeres?

Dentro del paquete de reformas enviado al Congreso, uno de los temas más destacados es el acceso a la justicia para las mujeres y el combate a la impunidad en casos de violencia de género. A pesar de los avances en la participación de las mujeres en ámbitos políticos, laborales y empresariales, aún persisten grandes desafíos, especialmente en lo relacionado a este tema.

Es importante recordar que México sigue enfrentando altos índices de violencia contra las mujeres, ya sea física, doméstica, psicológica y también vicaria y aunque se han logrado avances, las carpetas de investigación y las sentencias siguen siendo insuficientes.

Actualmente, en cada entidad, se ha aprobado la creación de fiscalías especializadas en delitos de género, un logro impulsado por muchas feministas.

En mi experiencia como legisladora en Oaxaca, también luchamos por establecer fiscalías especializadas en nuestra entidad. Esto es crucial porque la investigación y persecución de los delitos contra ellas debe hacerse con perspectiva de género y no todas las fiscalías cuentan con la capacitación o los recursos para hacerlo adecuadamente.

Otro punto relevante es que, desde la ley, se ha establecido que toda muerte violenta de una mujer debe ser investigada como feminicidio. Lo que significa que las fiscalías no pueden tratar estos casos como simples muertes violentas, sino que deben investigar con el enfoque adecuado.

¿Qué nos puede decir sobre la paridad y la representación de las mujeres en los espacios de decisión política?

El aumento en la presencia de mujeres en cargos políticos es un avance positivo, significa que tenemos más voces y perspectivas impulsando cambios a favor de la igualdad sustantiva y los derechos de las mujeres. Sin embargo, tenemos una tarea pendiente, porque la paridad numérica no se traduce en igualdad en la toma de decisiones.

Por ejemplo, en los Congresos, aunque haya más mujeres, las posiciones de liderazgo, como las presidencias de las Juntas de Coordinación Política o de la Mesa Directiva, siguen siendo ocupadas mayoritariamente por hombres.

Es esencial que sigamos trabajando para que la paridad no sea solo una cifra, sino que sea sustantiva, es decir, que se logre una equidad en la influencia y toma de decisiones. El reto no sólo es tener más mujeres, sino asegurarnos de que tengan voz y poder.

¿Cómo ve el futuro de la lucha por los derechos de las mujeres en México?

Estamos viendo un cambio significativo en cómo se abordan los desafíos que enfrentamos las mujeres. La agenda de derechos de las mujeres ahora está más presente en la discusión de las políticas públicas, pero el camino hacia la igualdad sustantiva implica cambios a nivel cultural y estructural.

Es necesario trabajar desde las comunidades, en los municipios más alejados, y a nivel nacional para crear una nueva conciencia colectiva entre hombres y mujeres. Las leyes son fundamentales, pero no son suficientes por sí solas, debemos involucrar a las familias.

¿Cuáles son los retos hacia una igualdad sustantiva?

A nivel legislativo, es necesario seguir perfeccionando las reformas para asegurar que los procedimientos penales, civiles y familiares que sancionan la violencia contra las mujeres sean más efectivos. Debemos impulsar el fortalecimiento de un sistema nacional de cuidados, el cual sería un cambio fundamental para avanzar en esta igualdad.

Otro reto prioritario es la despenalización del aborto a nivel federal, que garantizaría a las mujeres el derecho a decidir sobre su cuerpo sin enfrentar barreras legales.

Finalmente, la agenda de la niñez también está en mi lista de prioridades. Debemos trabajar en políticas públicas que protejan a las niñas y niños y garanticen su derecho a crecer en un entorno seguro, libre de violencia.

UN PAÍS IGUALITARIO

“Solo trabajando juntos podremos construir un país donde las mujeres tengan las mismas oportunidades y derechos que los hombres”.