Por: Laura Angélica Ramírez Hernández
El derecho a la pensión por viudez en México es un beneficio esencial que busca asegurar el sustento de la pareja sobreviviente, tras el fallecimiento de un trabajador asegurado.
Generalmente, el reconocimiento de este derecho se ha centrado en las relaciones matrimoniales heterosexuales, pero el avance hacia la igualdad y el reconocimiento de la diversidad sexual ha impulsado la necesidad de replantear las estructuras legales y sociales para asegurar la justicia y la inclusión.
En el contexto actual, es fundamental aclarar que el derecho a la pensión por viudez no puede ni debe estar condicionado por la preferencia sexual o el sexo del sobreviviente. La orientación sexual de una persona no puede ser utilizada como un criterio para determinar su elegibilidad para beneficios como la pensión por viudez.
Este tipo de discriminación no sólo es injusta, sino que contraviene los principios fundamentales de igualdad y no discriminación que están consagrados en diversas legislaciones y tratados internacionales de derechos humanos.
Tanto el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) como el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) tienen la obligación de garantizar que sus políticas y prácticas cumplan con estos principios de igualdad. Por lo tanto, no existe justificación jurídica válida para que el IMSS o el ISSSTE nieguen la pensión por viudez a las personas concubinas del mismo sexo.
La jurisprudencia ha comenzado a reflejar este entendimiento progresivo. Al analizar ciertos casos, se ha determinado que negar el derecho a la pensión de viudez basándose en la orientación sexual o en el tipo de unión del solicitante supone una violación directa a sus derechos fundamentales.
La igualdad ante la ley, la protección del derecho a formar una familia, y el acceso a la seguridad social deben ser tratados con la máxima seriedad y sin sesgos discriminatorios.
Este derecho no sólo abarca a quienes han celebrado un matrimonio civil, sino también a quienes han formado un concubinato reconocido por la ley, independientemente de si este es de diferente o del mismo sexo. El desafío es garantizar que se interprete la ley con un enfoque inclusivo y moderno, que reconozca la diversidad de las formas familiares contemporáneas.
Si bien se han logrado avances significativos, todavía hay trabajo por hacer para asegurar que todos los individuos reciban un trato justo y que puedan acceder a los beneficios a los que tienen derecho. La lucha por la igualdad no termina con el reconocimiento legal, debe reflejarse en la práctica cotidiana y en la aplicación efectiva de las leyes.
La sociedad debe avanzar hacia un futuro en el que los derechos no sean privilegios que puedan ser otorgados o denegados por razones arbitrarias. La pensión por viudez es un derecho que debe aplicarse de manera universal y libre de prejuicios, asegurando que cada persona reciba el apoyo que merece en los momentos más difíciles de su vida, independientemente de a quién hayan amado o con quién hayan compartido su vida.