Las elecciones judiciales se aproximan rápidamente, un panorama que genera inquietud y nerviosismo entre muchos habitantes de México respecto a la formación y capacitación de quienes desean incorporarse a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como a otras instancias importantes del Poder Judicial. Por ello, es crucial que los mexicanos se mantengan actualizados sobre los aspectos más relevantes de cada candidato judicial, tal como es el caso de Javier Jiménez Gutiérrez.
El propósito del portal “El Mundo del Derecho” es ofrecerte información de calidad, por esa razón aquí te detallamos los aspectos más relevantes sobre la trayectoria profesional de Javier Jiménez Gutiérrez.
Javier Jiménez Gutiérrez se postula para ser ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por lo que su nombre figurará junto al número 52 en la boleta electoral morada de la votación del 1 de junio.
Es licenciado en Derecho por la UNAM y maestro en Derecho y en Estudios Latinoamericanos por las Universidades de Harvard y Oxford.
El candidato judicial trabajará por una Judicatura autónoma: Distante de subordinaciones a otros poderes, partidos políticos, conglomerados empresariales o cualquier otro grupo de influencia. Sustancial: Enfocada en el fondo de las disputas por encima de aspectos procedimentales. Proactiva: Que busque la solución efectiva de los conflictos más allá de las victorias jurídicas formales. Equilibrada: Lejana del protagonismo y del activismo judicial. Flexible: Con conocimiento de nuestra historia, pero dispuesta a aprender de experiencias del Derecho Comparado.
Para Jiménez Gutiérrez es relevante destacar que el juez es un aplicador del Derecho y no un creador de políticas públicas. El juez debe ser capaz de dejar de lado sus opiniones personales y sus inclinaciones políticas, dictando una justicia objetiva e imparcial, guiado exclusivamente por el derecho y la buena fe.
La primera sugerencia del candidato es estudiar las enseñanzas del derecho comparado para lograr un sistema judicial menos formalista. Pero sin dejar de reconocer la importancia del debido proceso, se debe priorizar el análisis del fondo de los conflictos por encima de los aspectos formales. El arbitraje internacional y diversos sistemas judiciales de otros países brindan ejemplos valiosos de sistemas de impartición de justicia que han desarrollado criterios de resolución menos formales.
La segunda propuesta del candidato se enfoca en la mayor utilización de los métodos alternativos de resolución de disputas (negociación, mediación, procedimientos periciales, arbitraje, entre otros) para crear soluciones efectivas a los litigios. Aquí considera que una solución constructiva y eficaz es preferible a victorias legales puramente nominales.
La tercera sugerencia que plantea el candidato es la modernización del Poder Judicial, esto para que a su vez se respete la historia, tradiciones y pluralismo cultural. Esta modernización abarca desde el uso de los avances tecnológicos hasta la incorporación de enfoques contemporáneos de principios tradicionales en temas como la división de poderes, el federalismo y los derechos humanos.