Las elecciones judiciales están muy próximas a llevarse a cabo, aunque es probable que una gran parte de la población mexicana experimente duda en cuanto a los antecedentes profesionales de los aspirantes que buscan integrarse a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como a otras instancias clave del Poder Judicial. Por esta razón, resulta crucial conocer el perfil profesional de cada uno de los postulantes, tal como el caso de Giovanni Azael Figueroa Mejía.
En el portal “El Mundo del Derecho” reafirmamos nuestro compromiso de brindarte información fidedigna, por lo que a continuación te presentamos los aspectos más destacados del perfil del candidato Giovanni Azael Figueroa Mejía.
Giovanni Azael Figueroa Mejía, académico de la Universidad Iberoamericana y doctor en Derecho Constitucional por el Departamento de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense de Madrid, aspira a formar parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por lo que su nombre figurará junto al número 43 en la papeleta morada de la elección del 1 de junio.
Figueroa Mejía posee estudios de doctorado y maestría en Derecho Constitucional y es autor de 3 libros, alrededor de 50 escritos académicos y coordinador de 12 publicaciones sobre Derecho Procesal Constitucional.
Desde su punto de vista, es esencial que la nueva Suprema Corte se componga de perfiles que comprendan y sepan interpretar la Constitución, en particular, y el sistema legal, en general; pero, además, que cuenten con una gran disposición para escuchar a la ciudadanía y empatizar con sus necesidades. Es necesario que la función judicial sea accesible, clara y que atienda las preocupaciones, principios y aspiraciones de la sociedad.
Además, su concepción de la justicia implica que la Suprema Corte debe resguardar los derechos de toda la población, en especial de los más desfavorecidos; asegurar que las leyes respeten la Constitución y los convenios internacionales; y vigilar el equilibrio de competencias entre las autoridades. Para ello, sus miembros deben ser imparciales y íntegros, y dictar fallos precisos y humanistas que favorezcan la construcción de un renovado sistema de justicia justo, atento a las necesidades sociales.
Mantener un diálogo continuo con los poderes Ejecutivo y Legislativo para reforzar conjuntamente el estado de Derecho, el bienestar general y la defensa de los derechos humanos.
Garantizar una composición equitativa e inclusiva en la Suprema Corte promoviendo la paridad entre hombres y mujeres, así como abriendo espacios de trabajo para grupos minoritarios.
Fomentar una justicia accesible donde la ciudadanía pueda presentar sus opiniones y propuestas para abordar las necesidades sociales.